Nahuel nació y se ha criado en Kurarewe; siempre le ha gustado vivir en su pueblo, por lo que el trabajo en el turismo le ha dado la posibilidad de seguir en su lugar de origen. Comenzó con un grupo de amigos jugando palín para recuperar sus raíces mapuche desde los juegos ancestrales, puesto que en esta comuna el racismo y la discriminación llevó a la gente a esconder sus tradiciones y su lengua. De esta manera se comenzó un camino de revalorización cultural ligado al turismo, y que ha movilizado a todas las comunidades a ofrecer distintos atractivos turísticos, dejando la tala forestal en el pasado. Actualmente Nahuel se encuentra trabajando junto a su familia en un restaurant de comida mapuche. Es guía de trekking, y realiza charlas de cosmovisión, juegos ancestrales y ceremonias mapuche. Todo esto con el objetivo de dar a conocer su cultura desde el respeto, para demostrar que las luchas que se llevan a cabo son legítimas y velan por la conservación de las áreas silvestres y el medioambiente en general.